El juego, cuando hablamos de juego nos referimos al juego libre, al espontáno el que nace de dentro, es patrimonio por excelencia de la infancia. Es una actividad muy humana, con un enorme potencial, a través de la que nos desarrollamos como seres humanos. En El Nido del Fénix apostamos por esta actividad tan humana y tan natural.

Cuidamos del juego como eje. Lo observamos, pues nos dice mucho de cómo están las niñas y de lo que pueden necesitar.

Velamos porque tenga espacios para que puedan darse los distintos tipos de juego que nacen de los niños y las niñas. El espacio está preparado atendiendo a esas diferentes actividades que surgen de las niñas (un juego más simbólico, un juego más proyectado, actividades manipulativas, espacios donde prima la tranquilidad, espacios donde prima el movimiento) Un pulso entre dentro y fuera, entre la casita y el jardín. 

En el día a día hay muchas posibilidades, damos espacio y tiempo a que haya un lugar donde desarrollar lo que los niños y las niñas traen. A la vez que hay un marco, que nos da seguridad, nos contiene y posibilita ese encuentro entre seres humanos, con respeto. Pues somos muy diferentes y esa variedad de tonos, de edades, nos parece sumamente enriquecedora.

El juego a veces lo nutrimos. Añadiendo algo a un espacio, ofreciendo una propuesta. Respondiendo a un interés.

Un proyecto así está vivo, el grupo cambia y crece y con él sus necesidades. Tenemos la labor de observar lo que pasa a nuestro alrededor e ir respondiendo a las necesidades que van apareciendo. Esto lo convierte en un reto y a la vez es lo que lo mantiene vivo, sin cristalizarse. Tan vivo cómo están nuestros niños y nuestras niñas.

– Aquí un niño ve satisfecha su necesidad de pertenencia, una pertenencia más allá de su familia, pero en relación con su familia. 

– Su necesidad de amor, de sentirse aceptado y cuidado cómo es. 

– Aquí un niño ve satisfecha su necesidad de juego individual y grupal,

– Su necesidad aprendizaje pues el día es un constante ir y venir de situaciones llenas de vida donde es imposible no aprender.

En El Nido del Fénix brindamos por la vida y por compartirla.

 

Aquí los niños y las niñas son los protagonistas, ellos con su luz nos muestran el camino.